Por Alfredo Grande (APe).- Uno de los mejores amigos que tengo y, por esas cosas del destino tengo muchos, me dijo: “¡por favor, terminala con el ultrismo!”. Reflexionando el pedido, llegué a la conclusión preliminar de que estaba siendo clasificado como “ultra”. Y que el “ultrismo” es el padecer esperable de los “ultras”.