Cristina Baccin (*) (APe).- Cuando la mamá le puso a Isabel su gorrita con dos orejitas, tejida al crochet en rosa brillante, recién terminada para la ocasión, la niña parecía una gatita feliz, lista para su primera manifestación callejera. Rosalinda cruzó la calle con ella y respiró hondo para tomar coraje y se dijo en […]