Por Claudia Rafael (APe).- Quién sabe en qué pensaron cuando le asestaron ese nombre virginal y poderoso, como si fuera una diosa predestinada a transformar dolores y mutar enfermedades en caricias. Tiene 13 y una sonrisa que se despliega con un par de oyuelos en las puntas. Y un manojo de pecas que la aniñan […]