Cada día

|

Por Alberto Morlachetti

(APE).- Cada día el sol nos deja un color tragedia en la piel y los que tienen buen corazón ya no saben a quién llorar: las hambrunas de los niños, cualquier matanza, la ternura de nuestros viejos que mueren en las vísperas, mujeres vencidas mirando las costas del paraíso en las góndolas de los supermercados y la advertencia de Kofi Annan -Secretario General de las Naciones Unidas- que criticó en Viena la decisión tomada por el presidente boliviano -Evo Morales- de nacionalizar los hidrocarburos que afecta la economía global. Nos “provoca darle un besito en la frente”.

 

Mosconi -notable- decía con palabras de cristal que “entregar nuestro petróleo es como entregar nuestra bandera”. Agregaba en 1928 que ningún problema es de solución más urgente “que la defensa y administración de esta riqueza”. Con mirada cortita el Ministro De Vido -en Viena- desmintió oficialmente que el Estado argentino buscara quedarse con el 51% de las acciones de Repsol-YPF y el Jefe de Gabinete -Alberto Fernández- subrayó que nadie está estudiando semejante cosa. La renta petrolera sigue invicta.

Nuestro país presenta un surtido variado donde escoger la penuria de cada día: el 52.3% gana menos de 400 pesos y el 73.9% no llega a los 600 pesos. Digámoslo así: 21 millones de argentinos se encuentran bajo la línea de pobreza y casi 10 millones en la indigencia. No tiene el corazón “tantas habitaciones para albergar esa avalancha diaria” de sobrevivientes y soledades, empezando por uno mismo.

El capitalismo impone una “lógica económica” para decir aquí estoy, soy inolvidable, los pocos devoran a los muchos y el cinismo entre nosotros. Es soberbio, rompe el vínculo con la vida.

Una nueva “lógica social” necesita de la tierra común como dos pechos que deja caer claros de luna y labios palpitantes, instante estelar donde adquieren belleza las pasiones. Tristes hombres si no mueren de amores.

Fuente de datos: Instituto de Estudios y Formación (IEF-CTA)

 


Suscribite

Suscribite al boletín semanal de la Agencia.

Sobre la fundación

Fundación Pelota de Trapo nació hace décadas para abrigar de las múltiples intemperies a niñas y niños atravesados por diferentes historias de vulnerabilidad social.

Sobre la agencia

Agencia Pelota de Trapo instala su palabra en una sociedad asimétrica, inequitativa, que dejó atrás a la mayoría de nuestros niños y donde los derechos inalienables de la persona humana solo se cumplen para unos pocos elegidos por la suerte