En una pequeña comarca rural de Misiones

Batalla ganada contra la brecha digital

En la pequeña y fronteriza comarca rural de Puerto Azara, la comunidad tuvo que salir a luchar ante los estragos escolares ocasionados por  la falta de conectividad durante la pandemia. Lograron que el Estado provea de internet a la Biblioteca Popular del pueblo.

|

Por Sergio Alvez

(APe).- Es sábado y resulta extraño ver el enjambre de gurices en la biblioteca y no chapoteando en el río. Hace bastante calor y el día así se presta para jugar al fútbol, nadar, pescar mojarras o andar a caballo por el monte. Sin embargo, el grupito está sentado alrededor de la computadora, empuñando biromes sobre cuadernos y carpetas. Los que tienen, miran la pantalla del celular. El “maestro Mariano”, como llaman al vecino que todos los sábados viene a la Biblioteca Popular Puerto Azara a orientar a las chicas y chicos con su tarea, reinicia el módem con gesto adusto. Esa fue la indicación del técnico: cuando no ande el wifi, reiniciar el módem. Si no vuelve, recién entonces llamar al técnico.

–Ahí está. –anuncia Mariano.

La gurizada celebra. Es hora de comenzar la tarea. Dice Mariano:

–Desde que llegó internet al pueblo, tenemos la posibilidad de acompañar a los chicos en su tarea. La idea es que estén al día. Entonces acá ellos traen su tarea, se completan los trabajos, se despejan dudas, todo gracias a internet. Antes era imposible. Todo quedaba librado al azar de los datos, que son caros y se agotan enseguida, sumado que aquí la señal nunca fue buena. Con internet en la biblioteca, mejoró muchísimo el rendimiento escolar de nuestra gurizada.

azara

La conectividad llegó a Puerto Azara, pueblito rural y fronterizo del sur misionero,  en 2021, luego de una extensa lucha llevada adelante por su comunidad de 80 familias, desde la Biblioteca Popular, cuando ante la irrupción de la dimensión escolar virtual, en plena pandemia – durante todo 2020 y parte del 21-, causó estragos en estudiantes del nivel primario y secundario. Obligados a permanecer en el pueblo, y sin internet, padecieron retrasos y reprobaciones ocasionadas exclusivamente por la falta de conectividad.

A más de un año de la instauración del servicio, desde la Biblioteca Popular aseguran que contar con este derecho esencial revolucionó las formas tradicionales y limitadas que tenía la comunidad – no sólo la escolar- de vincularse con las tecnologías, la información y el acceso a otros derechos.

“Hay que pensar dónde estamos y cómo vivimos. La ruta asfaltada más cercana a Puerto Azara queda a 10 kilómetros. No hay transporte público. Hasta hace poco no había escuela secundaria. No había internet, pero de algún modo nos acostumbramos a vivir así. Yendo al pueblo por turnos médicos, o al banco y otros trámites que tranquilamente se podían resolver por internet. Sin redes sociales. Aislados en muchos sentidos. Pero no nos dimos cuenta de la gravedad de no contar con conectividad hasta que sucedió lo de la pandemia y nuestros hijos sufrieron terribles trastornos por no poder seguir las clases virtuales ni hacer sus tareas” recuerda María Alvez, enfermera,  referente del paraje, madre y vicepresidenta de la  Biblioteca Popular Puerto Azara.

Ante la falta de escuela secundaria –subsanada en parte por la presencia de un aula satélite desde este año-, los alumnos y alumnas de primaria que egresan de la histórica Escuela Nº 63, acuden en la mayoría de los casos (aún la deserción escolar en esta etapa reviste niveles preocupantes) a una Escuela de la Familia Agrícola (EFA)ubicada en Fachinal, municipio que dista a casi 80 kilómetros de Puerto Azara. Allí, permanecen internados durante 15 días, con un sistema de alternancia que se completa con otros 15 días en sus hogares.

azara1

Magalí (20) es egresada de la EFA y una de las pocas jóvenes  de Puerto Azara que está cursando una carrera universitaria. Actualmente vive en la ciudad de Posadas, pero en su primer año en la facultad, sobrevino la pandemia y debió regresar a Puerto Azara. La falta de internet la obligó a abandonar la universidad. “Como  no contábamos con Wi-fi en Puerto Azara, me atrasé muchísimo, no podía presentar los trabajos ni estar en las clases. Mi familia hacía todo lo que podía para darme 4G pero no alcanzaba. No se abrían las páginas, los archivos no se descargaban. Fue una angustia muy grande tener que dejar la carrera después de tanto esfuerzo” cuenta Magalí. 

Ante la dramática evidencia en relación a las complicaciones y las graves consecuencias que acarreaba la falta de conexión, la Biblioteca Popular Puerto Azara decidió emprender una campaña de visibilización y demanda de la problemática, amparados bajo un lema que cobijó a pibas y pibes de punta a punta del país: “Sin internet no se puede estudiar”.

Evoca María Alvez: “nos enteramos que lo que estaban viviendo nuestros chicos les pasaba a miles de otros estudiantes en Argentina. La pandemia desnudó esa desigualdad. Entendimos lo que era la famosa brecha digital y que nosotros teníamos todo el derecho de exigir a nuestro gobierno provincial que nos habilite una conexión. Como institución comunitaria, la Biblioteca Popular se puso al frente de la lucha”.

azara2

La palabra lucha forma parte del cartel que da la bienvenida en la puerta de entrada a la biblioteca: “Puerto Azara, pueblo preservado por la lucha popular”. Esa leyenda tallada en madera fue colocada el 14 de marzo de 2018, cuando se inauguró la biblioteca, y alude a la gran pelea que este pueblo y otros tantos de la provincia de Misiones sostuvieron durante largos años en los que la hipótesis de un avanzado proyecto hidroeléctrico binacional (Garabí/Panambí) amenazaba con literalmente borrarlos del mapa.

“Acá siempre hubo que luchar. Primero por el agua potable, por una sala de salud, por no desaparecer, por tener una mesa donde votar y que no nos arreen como ganado en cada elección, y ahora, nos tocó luchar para tener internet” explica María.

Fueron las infancias y adolescencias las que se pusieron al frente de la campaña. Con videos,  carteles, canciones y petitorios, la gurizada de Puerto Azara se hizo oír desde el sur de la provincia hacia esos estrados donde el poder de turno decide quiénes, cómo y cuándo accederán a los derechos que les corresponden a todos por igual. Un diputado, Isaac Lenguaza (Partido Agrario y Social), empatizó con el reclamo y presentó un proyecto en la Cámara de Representantes de la Provincia. La aprobación del proyecto, hizo que al poco tiempo – en mayo de 2021 – la empresa estatal Marandú Comunicaciones, arribara a Puerto Azara para instalar la conexión correspondiente al servicio de internet, en Puerto Azara.

azara3

Se trata de un servicio gratuito y que a través de la biblioteca adquirió la condición de público y comunitario. “Nosotros los más jóvenes usamos internet básicamente para estudiar, pero también pudimos tener redes sociales, jugar, informarnos y además ayudar a los adultos con trámites en Anses o Pami, a comprar cosas por internet, a comunicarse con el mundo. Todo cambió” sostiene Gaby (17) una de las socias de la biblioteca.

azara4

Inscripciones a programas y beneficios sociales, participación en concursos y acceso a información diversas sobre temáticas de interés para el paraje, son ahora parte de la nueva vida de la Biblioteca Popular Puerto Azara. “Ahora ya casi nadie quiere llevar un libro, antes llevaban de a varios” ríe María Alvez. “Gracias a internet tenemos jóvenes inscriptos en el plan Progresar, adultos mayores que pudieron tramitar su jubilación, pescadores que realizan sus trámites, pequeños productores que ya no necesitan salir del paraje para enterarse cuando cobran en el banco, estudiantes que pueden hacer sus tareas y ampliar sus conocimientos. Tantas cosas. Valió la pena luchar” completa.

Una a una, las tareas se fueron completando. El maestro Mariano apaga las luces de la biblioteca, pero deja prendido el módem. Es común que vengan vecinos a recostarse en el patio de la biblioteca a usar internet pese a que esté cerrada. Todavía queda un rato más de sol. La gurizada, alborotada y sonriente, sale corriendo. Con la tarea del lunes hecha, no hay más tiempo que perder. El río espera sus risas y sus juegos.


Suscribite

Suscribite al boletín semanal de la Agencia.

Sobre la fundación

Fundación Pelota de Trapo nació hace décadas para abrigar de las múltiples intemperies a niñas y niños atravesados por diferentes historias de vulnerabilidad social.

Sobre la agencia

Agencia Pelota de Trapo instala su palabra en una sociedad asimétrica, inequitativa, que dejó atrás a la mayoría de nuestros niños y donde los derechos inalienables de la persona humana solo se cumplen para unos pocos elegidos por la suerte