Más resultados
El objetivo primordial de la Agencia nacida en mayo de 2003 fue instalar herramientas de comunicación alternativas a los multimedios hegemónicos en las que se construya y desarrolle la expresión de un pensamiento crítico acerca de la realidad que viven nuestros niños y jóvenes y permita disputar en el imaginario social la concepción sobre infancia y juventud dominante.
Es decir, meter en la piel y en el alma de nuestra sociedad que es deber de nuestra comunidad proteger a sus niños y no protegerse de ellos.
La idea de Alberto Morlachetti fue crear un espacio de información permanente sobre noticias de infancia y juventud que facilite el acceso a los diferentes sectores de la sociedad: educadores, instituciones, respuestas populares, medios periodísticos. De esa manera, constituir un centro de referencia y formación para los medios de comunicación en relación a información sobre infancia y juventud, atendiendo al rol estratégico de una agencia de noticias a la hora de instalar temas y nuevas formas de abordaje para los mismos basadas en los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño.
La Agencia de Noticias comenzó a funcionar en Mayo de 2003 de manera incipiente. En la actualidad, tiene una gran difusión y se ha instalado como una referencia para numerosas organizaciones sociales y sindicales, medios de comunicación, docentes, periodistas, instituciones públicas y privadas y lectores en general. La Agencia está compuesta por:
Un portal de noticias de actualización diaria (www.pelotadetrapo.org.ar) donde se publican notas en base a las principales noticias locales, nacionales e internacionales, sobre infancia y juventud.
Un Boletín Electrónico (Resumen de Noticias Pelota de Trapo) con la información más relevante, que se distribuye semanalmente (en la actualidad se envía a 15.000 direcciones de correo electrónico, de base propia, donde llegan nuestras noticias).
La producción de la Agencia es utilizada en escuelas públicas y privadas, en universidades, en organizaciones populares, periódicos barriales, por numerosos profesionales e instituciones en su tarea pedagógica y política.
Por qué APe
Los medios de comunicación y la pedagogía vigente en la Argentina se reducen a la transmisión de una cultura “deshumanizada” con la única finalidad de garantizar su reproducción. Se niegan a romper con una visión impiadosa de la existencia humana y legitiman la historia de la resignación como la única posible, sin percibir la diversidad de alternativas que existen, las inasibles ternuras, que algún día habitarán nuestra piel.
Desconocen el carácter desigual y combinado del desarrollo económico, social y cultural, la asincronía de los procesos educativos y son renuentes a la lectura de los conflictos como fuentes de creación de nuevas posibilidades.
La educación tradicional naufragó porque creyó que podía corregir la desigualdad de origen. Sólo una realidad humanizante permite una escuela y una patria para todos. Una realidad que deshumaniza perpetúa la desigualdad; las actuales pedagogías, reforzadas por una comunicación discriminante sólo incrementan esas diferencias.
La meta es contribuir a la conformación de una sociedad civil comprometida con un modelo jurídico-institucional superador del enfoque asistencialista y correccional-represivo aún vigente, que sustenta el ciclo de la institucionalización compulsiva de niños y adolescentes pobres.
Las acciones de esta propuesta deben tener entidad suficiente como para impactar sobre el paradigma cultural dominante en la sociedad que ha establecido un estigma descalificante y condenatorio sobre los sectores excluidos. Condenando a las familias de donde provienen estos niños y jóvenes.
Una buena proporción de nuestras acciones de comunicación se orientan a contrarrestar el mensaje mediático hegemónico para reposicionar en la agenda social a los niños y a los adolescentes como sujetos de derechos desde la óptica del nuevo paradigma establecido por la Convención de los Derechos del Niño (hoy vigente en nuestra Constitución Nacional en la Argentina).
Toda acción, entonces, que ayude y contribuya a inscribir en el imaginario que hemos desterrado al lejano país de la intemperie a 9 millones de niños, que el hambre es una punición inexplicable: construir un basta, una mirada de manteles, los panes necesarios. Necesitamos la palabra precisa que atraviese el pensamiento colectivo, hasta instaurar una nueva ilusión de la vida.
Dijimos alguna vez: A veces la palabra es una utopía, una manera de tachar el horror de un país que se desangra en niños. Un país donde el dolor se quedó sin voz. Y sólo los poetas han asumido la tarea de salvar de los escombros algunas semillas a la destrucción, recogerla de entre las ruinas, almacenando las palabras más hermosas en lugar seguro. No sólo para nosotros, sino para devolverlas un día a su campo de germinación, allí donde pueda comenzar un nuevo ciclo de la vida.
Creador
Alberto Morlachetti
Secretaria de Redacción
Claudia Rafael
Editora
Silvana Melo
Redacción
Alfredo Grande
Silvana Melo
Carlos del Frade
Claudia Rafael
Martina Kaniuka
Colaboradores
Ignacio Pizzo
Laura Taffetani
Raúl Zibechi
Julián Axat