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Antiextractivismo para chicos y chicas
En tiempos de enorme oscuridad, Hache, un pequeño humedal, junta voluntades para derrotar a los más poderosos. Nació un nuevo libro que cuenta las aventuras de un charquito mínimo dispuesto a luchar con su pandilla para el rescate de los humedales como ya lo hizo antes para salvar a Achú Achú de los agrotóxicos.
(APe).- Hache nació hace unos años como un charquito mínimo escapado de un arroyo atacado por todos los flancos del capitalismo: megaminería, basura, agronegocio, etc. Esa colonia de gotitas que se llamó Hache y se apellidó Doso (la fórmula del agua) armó una pandilla entre animales y árboles víctimas de la voracidad extractiva. Y todos fueron a detener a los aviones fumigadores de Entre Ríos. Donde se bañaba de venenos a los niños de las escuelas rurales y a sus maestras. Y se intentaba expulsarlos. Había una victoria final. Y aunque en la calle, en los montes, en las escuelas, aún no está, todos los que fueron y son Hache, los que lo leyeron y lo compartieron saben que la única salida es colectiva. Que todos debemos subirnos al barquito de papel de las grandes luchas.
Por eso nació el segundo Hache: el que junta a la pandilla para ponerle el pecho, la cara, los picos y las alas al fuego y al Lobby Feroz. Aquel que se está bebiendo los humedales, aquel que extiende sin freno la frontera agraria, aquel que construye encima de un humedal su barrio privado y lo utiliza como lago propio. El que expulsa a los carpinchos y seca los reservorios de agua dulce para que puedan pastar las vacas. Aquel que prende fuego el almacenaje de vida de la naturaleza para poder criar su ganado y plantar su soja y juntar cerros puntudos de dinero mientras los niños, las niñas, sus padres, madres, abuelos y abuelas sufren el humo en sus pulmones, los agrotóxicos en sus cuerpos, la pobreza, el hambre y la desesperanza en un futuro que se va negando de a poquito.
Por eso es importante Hache y es fundamental su pandilla: porque salen juntos a pelearle al corazón del capitalismo, que es el extractivismo desaforado. Puesto a destruir la naturaleza y la vida en nombre de su propia rentabilidad.
En estos tiempos de enorme oscuridad, es Hache, un charquito mínimo, un pequeño humedal, el que junta voluntades para derrotar a los más fuertes. Los niños y las niñas saben esto. Lo comprenden. Están convencidos, como sujetos políticos transformadores, de que en soledad jamás se cambiará nada. Por eso este libro –y el anterior- es para ellos. Para la semilla de las victorias que vendrán.
Los dos libros fueron escritos por Claudia Rafael y Silvana Melo (Periodistas de esta Agencia) e ilustrados por Delia Iglesias, en el marco de la Colección Antivenenos de Editorial Chirimbote.
Para saber dónde adquirirlos, hay que clickear en los Puntos de Venta o en la Tienda On Line.
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Fundación Pelota de Trapo nació hace décadas para abrigar de las múltiples intemperies a niñas y niños atravesados por diferentes historias de vulnerabilidad social.
Agencia Pelota de Trapo instala su palabra en una sociedad asimétrica, inequitativa, que dejó atrás a la mayoría de nuestros niños y donde los derechos inalienables de la persona humana solo se cumplen para unos pocos elegidos por la suerte