Más resultados
Por Carlos del Frade
(APe).- El Instituto de Pensamiento Popular “Soberanía” presentó el jueves 10 de noviembre de 2021 un informe titulado “Los cien caños. Enemigos ocultos del Paraná”, en el que demuestran un centenar de efluentes que ensucian y degradan la biodiversidad del río entre Villa Constitución, Rosario y Puerto General San Martín.
Setenta y cinco de esos ductos son de empresas privadas, generalmente multinacionales y el resto proceden de desagües cloacales.
Esa agresión al Paraná constituye una clara evidencia que no les interesa demasiado respetar con leyes nacionales y provinciales.
De acuerdo al llamado “Programa de fortalecimiento de la evaluación de impacto ambiental en la provincia de Santa Fe”, se explica que por la Ley General del Ambiente N° 25.675, en sus artículos 11, 12, 13 y concordantes; y la Ley provincial 11.717, en sus artículos 18, 19 y 26 se establece que toda obra o actividad que sea susceptible de degradar el ambiente, alguno de sus componentes, o afectar la calidad de vida de la población, en forma significativa, estará sujeta a un procedimiento de evaluación de impacto ambiental, previo a su ejecución.
También explica que el decreto provincial 101/2003, que reglamenta los artículos 18, 19 y 26 de la ley 11.717, establece que el Certificado de Aptitud Ambiental es el documento emitido por el Ministerio que acredita en forma exclusiva el cumplimiento de las normas ambientales de la Provincia, luego de verificada la adecuación a los parámetros y cumplimiento de la normativa ambiental vigente.
Para obtener el Certificado de Aptitud Ambiente (CAA) los administrados tienen que presentar un pedido de categorización y, luego, un Estudio de Impacto Ambiental (empresas nuevas) o un Informe Ambiental de Cumplimiento (Empresas en funcionamiento), que debe ser evaluado, auditado y aprobado por el MAyCC.
Los Certificados de Aptitud Ambiental tienen una vigencia de 1 año (CAA Restringido), 2 años (CAA emprendimientos categoría 2) y 3 años (CM emprendimientos categoría 3).
“Menos de 1 de cada 100 empresas santafesinas lo presentan. ¿Cuántos de los 75 caños de desechos industriales relevados por este trabajo entonces están controlados por el estado? Quizás ninguno”, preguntan con lucidez las y los autores del informe del Instituto Soberanía.
Agregan que la Dirección de Sustentabilidad de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y el Observatorio de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), solamente el 10% de las empresas tratan de manera adecuada sus residuos industriales, en lo va de 2021.
El estimado de empresas activas generadoras de residuos industriales, especiales y peligrosos en Argentina es de 255.000 mientras que solo 26.900 contratan tratamiento de residuos industriales, especiales y peligrosos. Algunas de las empresas del cordón industrial tienen sus propias plantas de tratamientos, pero muchas con viejas estructuras no las tienen o están obsoletas.
Según el informe las tres principales causas que contribuyen a que las generadoras de residuos peligrosos no realicen una correcta gestión y tratamiento se debe a “la falta de control y sanción por parte del Estado, la falta de conciencia ambiental y la competencia desleal en el sector de los generadores de residuos, ya que al disponerlos de manera ilegal descargan este costo en la sociedad”.
Desde la Cámara Argentina de Tratadores y Transportistas de Residuos Industriales y Especiales (CATRIES) afirman que es necesaria una mayor fiscalización, integral y estratégica, en resumen un estado que deje ser bobo y cómplice de quienes contaminan.
“Ante esta situación, de total desidia estatal y empresarial, decidimos documentar y tomar muestras de lo que sospechábamos (y confirmamos preliminarmente) es un ataque abierto y diario a nuestro ambiente y nuestro Paraná por parte de la gran mayoría de las empresas privadas asentadas a la vera de nuestro rio. En el recorrido realizado en embarcación por nuestras costas desde Villa Constitución hasta Timbues tomamos algunas muestras de liquidos vertidos por las decenas de caños que asoman en nuestras barrancas, muchos de ellos hoy a la vista solo por la bajante histórica del Paraná. A estas muestras las analizamos y descubrimos lo que sospechábamos la mayoría de los efluentes industriales sobrepasan los parámetros “normales aproximados” de contaminantes que se pueden encontrar en el Paraná, con presencia de Coliformes.
La denominación genérica coliformes designa a un grupo de especies bacterianas que tienen ciertas características bioquímicas en común e importancia relevante como indicadores de contaminación del agua y los alimentos”, informa la investigación.
En niveles normales el río Paraná tiene cada 100 ml de agua:
Coliformes Totales (de 3 mil a 4 mil)
Coliformes Fecales (Indetectable o 0)
Escherichia Coli (entre 200 y 350)
A continuación un resumen de los resultados de las muestras tomadas en empresas de la región cada 100 ml de residuos:
CARGILL: CT 37 MIL / CF 13 MIL / EC 4900
DREYFUS LAGOS: CT 29 MIL / CF 10300 / EC 3900
COFCO: CT 23 MIL / CF 8600 / EC3600
RENOVA CT 24 MIL / CF 9200 / EC 3500
FÁBRICA MILITAR CT 64 MIL / CL 28500 / EC 10 MIL
YERUVA S.A: CT 48 MIL / CF 16 MIL / EC 6100
“Muchos de estos caños y desagües se encuentran cerca de las tomas de agua de las ciudades de la región, pero también donde miles de santafesinos y santafesinas pescan, se bañan o utilizan el rio para esparcimiento. Estos niveles de contaminación atacan a la salud humana y a la biodiversidad, reduciendo el nivel de oxígeno en el agua e impulsando el crecimiento de otro tipo de fauna que vive de estos organismos”, apunta el Instituto.
“La privatización de nuestras costas es el fenómeno más visible que da cuenta también de una apropiación por parte de sectores minoritarios de nuestros bienes comunes. Sólo algunas bajadas habilitadas y decenas de bajadas de difícil acceso o gestionadas por la misma gente de la rivera para poder acceder al Paraná. Un caldo de cultivo perfecto para que las empresas hagan y deshagan a su gusto, volcando (como pudimos observar) cualquier material a plena luz del día. La ausencia del estado en el patrullaje y control de lo que sucede en nuestro río se parece más a la complicidad que a la desidia. Sin la recuperación de nuestra soberanía ambiental, económica y geográfica, es imposible pensar en el cuidado de uno de nuestros más preciados valores, el ambiente sano. Equipo de trabajo”, finaliza el documento.
El Paraná contaminado parece ser la síntesis de la Argentina semicolonial, una historia que continúa.
Fuente. Instituto Soberanía de la provincia de Santa Fe: Marianela Scocco, Luciano Orellano, Mauricio Cornaglia y Germán Mangione.
Edición: 4427
Suscribite al boletín semanal de la Agencia.
Fundación Pelota de Trapo nació hace décadas para abrigar de las múltiples intemperies a niñas y niños atravesados por diferentes historias de vulnerabilidad social.
Agencia Pelota de Trapo instala su palabra en una sociedad asimétrica, inequitativa, que dejó atrás a la mayoría de nuestros niños y donde los derechos inalienables de la persona humana solo se cumplen para unos pocos elegidos por la suerte