¡No es la grieta, estúpido!

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Por Alfredo Grande
(APe).- «La economía, estúpido» (the economy, stupid), fue una frase muy utilizada en la política estadounidense durante la campaña electoral de Bill Clinton en 1992 contra George H. W. Bush (padre), que lo llevó a presidir. Luego la frase se popularizó como «es la economía, estúpido» y su estructura ha sido utilizada para destacar los más diversos aspectos que se consideran esenciales. Tan cierto es que estoy haciendo lo mismo. O casi. Reemplazo “grieta” por “economía”. Y en vez de afirmarlo, comienzo con una negación. Si me acerco al pensamiento dialéctico, será la primera. Si no logro dialectizarlo, será la única. Lo estúpido es insistir en la grieta como causa de todos nuestros males, cuando apenas es efecto de algunas de nuestras bonanzas.

Dicho lo cual, intento aclararme el pensamiento. La cultura represora tiene habilidad en construir lo que he denominado “alucinatorio político social”. Uno de cuyos requisitos es la producción permanente de abstracciones encubridoras. Con el uso y abuso de las mismas, esas abstracciones decantan como concretos. La palabra suficientemente repetida y martillada en nuestros frágiles cerebros, termina siendo pensada como una cosa. Un ejemplo que incluiré en mi autobiografía, aunque es posible que yo mismo no la autorice. Una vez siendo un curioso niño que no tenía hambre, pero siempre tuvo tristeza, miré un enorme aviso de “legión extranjera”. Era una hoja de afeitar.

Fue la manzana de Newton. Si creen que exagero, son efectos de mi apellido. Me di cuenta de que Gillette no era una cosa sino una marca que yo había tomado por la cosa. Quizá no en esos términos, pero más o menos. Casi con desesperación fui a buscar una caja de Gillette y encontré, al decir de los antiguos alquimistas, la triaca. También decía “hoja de afeitar”.

Para la cultura represora, no interesa si es palabra o si es cosa. Lo que interesa es que sea funcional a la estrategia del encubrimiento eterno. La palabra marca “Gillette” cuando pasa a ser la cosa “hoja de afeitar” encubre que hay otras marcas de la misma cosa. La palabra – marca “la grieta” encubre que hay multiplicidad de grietas. O sea: de permanentes dinámicas de oposiciones. En otros términos: donde hay vida, hay conflicto. Mejor dicho: donde hay vidas, hay conflictos. Algunos convencionales, otros fundantes. Y para no hablar de lo profundo, nada mejor que hablar todo el tiempo de lo superficial.

Para la cultura represora es necesario armar causas. Mejor dicho: cruzadas para justificar exterminios. El santo grial tiene muchas caras. Una de ellas: la conciliación /consenso de clases. Otra: el pacto empresarial, sindical, estatal, cuya identidad autopercibida es pacto económico social. Para sostener ese alucinatorio, tiene que haber siempre grieta, lo que algunos llaman alternancia. Pero no más grieta de la necesaria porque puede implotar el bloque represor.

El capitalismo está inmuno deprimido y no sea que alguna convicción foránea vuelva a ser esperanza y lucha. En él mientras tanto, los gerentes de los dueños del planeta se expresan con una sinceridad digna de mejores causas. “Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, ha declarado en una entrevista, que la Tierra está sobrecargada de gente y que debemos pensar en despoblar el planeta. Ya estamos, hoy en día, excediendo la capacidad de carga del planeta”. Figueres también declaró abiertamente a principios de este año que el verdadero propósito del calentamiento global es acabar con el capitalismo. Ahora, incluso después de esta aseveración, sigue diciendo que tenemos que deshacernos de un gran porcentaje de la población mundial debido al cambio climático”.

Para no alentar alucinatorias esperanzas, el fin es de este capitalismo. La relación entre capital trabajo será profundamente conmovida. Lo que algunos llaman “uberización” de la economía. El patrón es una aplicación. Triste final. El bloque explotador, succionador y depredador ahora tiene su propia agenda verde. Como la pax romana, es la paz de vencedor. En este caso, es la agenda verde del vencedor.

Con un planeta expoliado, lo muy poco que queda debe ser preservado para que los paraísos en la tierra tengan oxígeno, agua potable y tierras fértiles. Esta funcionaria empoderada, nos habla de una de las grietas fundantes. Y anticipa quiénes serán enterrados en el fondo de la grieta. Que será el osario común más extendido en la historia de la humanidad.

Para seguir esperando en la tranquilidad de nuestro living room que el olmo dé peras, leemos algo referido a una organización. UNICEF: Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. En estas semanas hay una saturación de un aviso donde un comunicador, con rostro compungido, incluso haciendo algunos “pucheritos” y un incipiente lloriqueo, nos culpabiliza por la pobreza de los niños del mundo. Golpes bajos, imágenes cuidadosamente seleccionadas para estropear nuestra tranquilidad en el living room, donde en primer lugar se confunde, no ingenuamente, “ser pobres” con “estar empobrecidos”. Termina pidiendo $20 por día para los niños pobres.

Pero veamos cuál es la identidad autopercibida de Unicef: “Los niños, niñas y adolescentes en Argentina enfrentan desafíos para acceder a su derecho a educación, inclusión, salud, protección y participación. El programa de trabajo de UNICEF en Argentina se enfoca en estas cinco áreas temáticas. El objetivo es mejorar el acceso de cada niño, niña y adolescente a derechos, bienestar y oportunidades de desarrollo. Porque el futuro de un niño no debería depender del hogar en el que nace. Los chicos y chicas necesitan tu ayuda La pobreza infantil alcanza a más de 8 millones de chicos y chicas Hoy, no logran cubrir sus necesidades alimentarias y otros bienes básicos. Súmate a UNICEF para contribuir a que no se enfermen, reciban una alimentación adecuada, educación de calidad y tengan garantizados sus derechos. No pueden esperar”.

¡Y yo preocupado por la marca Gillette! Unicef es la marca por mandato de Naciones Unidad del cuidado a la niñez. Vencí la tentación de los $20 por día porque pienso que la mala conciencia burguesa exige otras conductas. Otra de las grietas fundantes que en la Argentina implica 60% de niñes pobres, es encubierta aportando a una organización parasitaria internacional.

Hay multiplicidad de grietas. Las fundantes son entre la vida y la muerte. Las superficiales son las alternancias entre retroprogresismo y fascismo de consorcio. Grieta que debe mantenerse para que de las grietas fundantes caigan bajo el anatema “de eso no se habla”.

Yo creo que es de lo único que debe hablarse. Para enfrentar al alucinatorio político social que sostiene a “la grieta”. Y poder decir con una convicción cada vez más consistente: “no es la grieta, estúpido”. Es la lucha de clases. ¡Y la resistencia a toda forma encubierta o descubierta de solución final será hasta nuestra victoria… siempre!

Edición: 4274


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