El desquite y la insistencia

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Por Carlos del Frade

(APE).- Será el martes 13. La cita, una oficina del edificio de los tribunales en Capital Federal. Una multinacional, Meridian Gold, a través de su máscara argentina, Compañía Minera “El Desquite S.A.”, denunciará por violación de secretos a vecinos de la localidad chubutense de Esquel y periodistas de aquella región de la mágica y siempre rebelde patagonia.

Es curioso el nombre de la empresa: El Desquite. Una síntesis. Van por la revancha contra alguien, contra algunos, contra muchos. ¿De qué puede desquitarse una multinacional?

Justamente de aquello que está en el corazón de la denuncia penal.

La minera quiere derrotar la porfiada insistencia de los pueblos de estos arrabales del mundo que no quieren ser víctimas de sus intereses por más poderosos que sean.

Se quieren desquitar de tanta resistencia, de tanta inverosímil puja por defender lo propio: la naturaleza, la vida, los pibes.

Porque eso está en el fondo de lo que se resolverá el martes 13 de febrero en una oficina del edificio donde funcionan juzgados en la Capital Federal.

El desquite de una multinacional que no puede tolerar la valiente y osada actitud de un pueblo que no quiere vender su dignidad.

Fue en julio de 2002, cuando la minera El Desquite S.A., propiedad de Meridian Gold, anunció su deseo de explotar los yacimientos de oro y plata que se esconden en las entrañas de los cerros de Esquel.

Surgió, entonces, la Asamblea de Vecinos Autoconvocados. Denunciaron la casi segura contaminación del agua y el aire y los efectos nocivos contra la salud de la población y los trabajadores.

Las promesas del progreso de una multinacional contra la vida colectiva de una ciudad. Las razones del dinero y las necesidades del pueblo. Mercado o democracia.

A fines de marzo de 2003, ocho de cada diez habitantes de Esquel se pronunciaron en contra de la instalación de la mina a través de un plebiscito no vinculante.

Los voceros de la multinacional trinaron y anunciaron el Apocalipsis. ¿De dónde había surgido tanta resistencia contra sus intereses? ¿Qué se habrán creído estos locos de la Asamblea de Vecinos?, se preguntarían con cuidada susceptibilidad.

Decidieron pagar campañas publicitarias y comprar voluntades políticas y sindicales. Llamaron a conferencia de prensa. Dejaron ingresar al periodismo. Y cuando se conoció el contenido de la reunión, alegaron la violación del secreto empresarial. Recurrieron a la justicia, siempre tan sensible a los reclamos de los poderosos y ahora la cita será en tribunales de Capital Federal para ver, si definitivamente, les harán entender el desquite contra los opositores a sus negocios.

Lo que ellos, los empleados de la multinacional no quieren comprender, es que la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Esquel seguirá en su porfiada lucha por la dignidad de su lugar y sus vidas porque, en realidad, ellos encarnan la vieja y permanente pelea del orgullo popular contra los usurpadores de afuera en sociedad con los cipayos de todos los tiempos.

Y más allá de lo que ocurra en la oficina de los tribunales de Capital Federal, la victoria estará en la historia, en la memoria de los que saben que pelear es sinónimo de futuro y esperanza.

Fuentes de datos: Agencia de Noticias Prensa de Frente 29-01-07 / Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Esquel / www.noalamina.org


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