La nada y lo público

|

Por Carlos del Frade

(APE).- La historia política argentina es la crónica del crecimiento de la discapacidad. Los etimólogos coinciden en afirmar que el sentido profundo de la palabra capacidad es dar cabida, generar pertenencia, producir lugares. El que tiene capacidad es aquel que puede incluir e incluirse.

 

El que no puede caber en algún lugar, el que no pertenece, el que no está en ningún lugar, es un discapacitado.

La discapacidad, entonces, es consecuencia de cerrar lugares.

De generar exclusión y excluidos.

El discapacitado es el que está afuera.

Por voluntad de los que deciden quiénes están adentro.

De tal forma, la evolución económica, política y cultural argentina de los últimos cincuenta años demuestra, en cifras y en dolores, la multiplicación de los que están afuera.

No hay lugar para los que son más porque ganaron los que son menos.

Ganaron los que cierran, ganaron los indiferentes, los que apenas están capacitados para concentrar riquezas y poco más que eso.

Por eso lo público, aquello que debería incluir a todos y cualquiera, ya no es público, sino apenas una mueca de lo alguna vez existió.

No hay lugar para los que son más.

Apenas los que serán ocupados en homenaje a los heraldos del neofeudalismo del tercer milenio.

La exclusión avanza, como la nube negra de la película “La historia sin fin”, le llaman la nada. Avanza haciéndose cada vez más densa gracias a la indiferencia, la desidia y la especulación humanas. No es una película filosófica, es una aventura para chicos. Justamente para chicos que combaten la llegada de la nada a fuerza de amor, ternura, amistad, compañerismo y alegría.

La nada es consecuencia de la exclusión naturalizada.

Por eso lo público ya no tiene capacidad. Lo público se vuelve discapacitado. No hay lugar ni afuera ni adentro para las chicas y los chicos.

Entonces surgen las noticias, expresiones puntuales de la dinámica política, económica, cultural y social argentina de los últimos cincuenta años.

En el Hospital de Niños de San Juan no hay camas disponibles.

Dice la información que “la mayoría de los chicos están internados por padecer problemas broncopulmonares, que si bien se trata de enfermedades típicas de la época invernal, lo que es raro es que la sección de Internación esté saturada a pesar que recién empieza el invierno. Por lo general, para esta época la ocupación suele ser de un 70%. La principal causa es que los chicos ahora permanecen internados más días de lo habitual”, apuntan las crónicas.

Los directivos del hospital explican que no se puede dar de alta a los chicos porque “viven en hogares muy pobres, donde vuelven a pasar frío y se alimentan mal. Tenemos que reforzarlos acá con alimentos. La prolongación de la internación tiene que ver con una asistencia más social que médica. Si no lo hacemos, esos chicos regresan pronto al hospital", dijo uno de los médicos del hospital público que ya dejó de serlo.

La nada avanza y es hora de reaccionar...

Fuente de datos: Diario de Cuyo - San Juan 04-07-06

 


Suscribite

Suscribite al boletín semanal de la Agencia.

Sobre la fundación

Fundación Pelota de Trapo nació hace décadas para abrigar de las múltiples intemperies a niñas y niños atravesados por diferentes historias de vulnerabilidad social.

Sobre la agencia

Agencia Pelota de Trapo instala su palabra en una sociedad asimétrica, inequitativa, que dejó atrás a la mayoría de nuestros niños y donde los derechos inalienables de la persona humana solo se cumplen para unos pocos elegidos por la suerte