Pidiendo Paz

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(APe).- Nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance y autoridad como en la actualidad, dice García Márquez. Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, habladas y cantadas por la radio y la televisión que han inscripto -de alguna manera- la desolación en nuestros jóvenes: la seducción de la muerte, la indignidad de la vida. Las palabras tienden a generar lo que sucede. Pero nadie se hubiese atrevido a imaginar algo así. Ninguno estaba lo suficientemente alerta para una pesadilla de este tamaño. La ciudad es hoy un rincón donde envejecen las lágrimas.

Un alumno de 15 años de una escuela de la ciudad bonaerense de Carmen de Patagones -ubicada a 957 kilómetros de la Capital Federal- mató esta mañana a balazos a tres estudiantes: Federico Ponce, Sandra Núñez y Evangelina Miranda -todos de 15 años- e hirió a otros seis, luego del acto de izamiento de la bandera.

Según los testigos, el adolescente ingresó en el aula de la Escuela Media N° 2 "Islas Malvinas" con un revólver 9 milímetros y realizó 10 disparos contra sus compañeros. El chico, de 15 años, se encontraba en estado de shock al cometer la masacre y "no pronunció ni una palabra" afirmaron fuentes policiales. Por su parte, el jefe de la Departamental de Bahía Blanca, Luis Castro, informó que el alumno usó la pistola del padre, que es suboficial de la Prefectura Naval.

Nos queda ese oscuro deseo de seguir existiendo, de perseverar en esa obstinación, cualquiera sea su razón, su sinrazón, escribe Semprún. Los poetas colgados en el viento con su silbo perturbador lanzan gritos, pidiendo paz, pidiendo patria, pidiendo aire verdadero.

Fuente de datos: Diario La Nación 28-09-04

 


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