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Por Néstor Sappietro
(APe).- A esta altura del partido, uno debiera estar al tanto de la desinhibición del poder a la hora de ultrajar el orgullo de los que menos tienen.
Sin embargo, siempre queda lugar para algún asombro.
La información que llega desde la provincia de Corrientes, se presenta como una “iniciativa que busca mejorar la calidad de vida de quienes recogen la basura”, sin embargo es una postal del desprecio por la dignidad.
El plan fue ideado en la Subsecretaría de Trabajo correntina para las familias que viven en el último escalón de la subsistencia, juntando los desechos, resistiéndose a caer en el abismo del hambre. El nombre elegido para el programa lleva la marca de la humillación y el insulto: “Vivo de lo que tu tiras”, que es lo mismo que decir: vivo de tus desechos, de tus desperdicios, de tus migajas, de tus sobras...
¿Quién habrá sido el autor de semejante frase?
Nadie niega que hay quienes viven de lo que otros tiran.
Alcanza con recorrer las calles para encontrarse a cualquier hora con la imagen desoladora de pibitos revolviendo la basura.
Nadie intenta negar lo obvio.
Estaríamos negando la desmesura de la desigualdad, la profundidad del abandono, la obstinación de los que insisten en vivir soñando con un día en que la cosa cambie.
Ahora bien, cuando desde una Subsecretaría de Trabajo se lanza un plan que lleva por nombre “Vivo de lo que tu tiras”, se le está dando el rango de natural a una situación de marginalidad y exclusión que se debiera desterrar precisamente desde donde se impulsa el proyecto.
Empresarios, entidades no gubernamentales y el mismísimo arzobispado de Corrientes se comprometieron a seleccionar residuos; tal vez, considerando que de esta manera nadie podrá decir que no están preocupados por la pobreza.
En la presentación, la arquitecta Griselda Aquino, autora del proyecto “Vivo de lo que tu tiras” (no tenemos la certeza de que esta señora sea también autora de la frase), explicó que el programa “es un granito de arena, un aporte que se puede hacer para sensibilizar, concientizar y educar a la población en la idea que lo que a nosotros no nos sirve, a otros sí y bienvenido sean que todos puedan colaborar haciendo la selección de los residuos en las casas”.
Aunque no asistimos a la presentación del programa suponemos los aplausos detrás de tan sentidas palabras.
Esta crónica no intenta discutir la redacción del proyecto que quizás contenga en algún lugar la tan necesaria inclusión laboral de los que quedaron afuera de todo. Tal vez también incluya algunas líneas que mencionan “la problemática del trabajo infantil”... pero con el “vivo de lo que tu tiras” encabezándolo empezamos mal e inevitablemente nos crece la desconfianza acerca de la sensibilidad de quienes lo promueven.
Vale aclarar que en la sospecha no se apoya una cuestión semántica.
La expresión “vivo de lo que tu tiras” contiene un bestial desprecio hacia la dignidad de los involucrados.
Alguien debiera acercarse a los creadores del proyecto para hacerles saber que nadie quiere vivir de lo que los otros tiran.
Alguien debiera decirles que la frase es desagradable, ofende, humilla y dibuja el rostro brutal de quienes naturalizan lo injusto.
Fuente de datos:
Diario El Litoral - Corrientes 05-02-09
Edición: 1440
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