Más resultados
Por Sandra Russo
(APE).- Si uno lo piensa es bastante lógico, pero son ese tipo de cosas que uno nunca se detiene a pensar: la mayoría de las muertes de jóvenes de entre 15 y 24 años son violentas. Se trata de unas 20 mil muertes por año, y que sean violentas implica que, de alguna manera, podrían prevenirse, podrían evitarse.
Según un relevamiento del Ministerio de Salud, realizado en todo el país, las agresiones interpersonales y los suicidios son las principales causas de muerte de los jóvenes.
Los datos corresponden a 2003 y fueron relevados a través del SiViLe, un sistema montado por el Ministerio para registrar las llamadas “causas externas” de muerte, consideradas en muchos casos prevenibles a través de la implementación de diversos programas específicos. Esas causas de muerte entre personas de entre 15 y 24 años indican que el 34 % son por motivos no intencionales (accidentes), que el 15 % es por violencia interpersonal y, finalmente, que el 17 % se debe a suicidios.
El gerente de Vigilancia de la Salud y Control de Enfermedades, Oscar Zein, señaló que “desde el punto de la supervivencia del sistema es central, como país, dar respuesta al crecimiento de la cantidad de casos”, y admitió que “no nos va a alcanzar con plata para resolver los problemas”.
Así las cosas, la lectura de este panorama implica alejarse del objeto específico de observación y ponerlo en caja, ponerlo en contexto. El contexto implica, a su vez, distinguir una sociedad que lumpeniza a sus jóvenes, excluyéndolos de la palabra “proyecto”. Las palabras, lo sabemos, no son inocentes: cubren con sus significados, a veces, nítidos lugares del alma. El hecho de que en la Argentina haya actualmente 830.000 menores de 24 años que buscan trabajo sin éxito puede indicarnos cuál es el contexto en el que tantas de esas vidas, sin proyectos, naufragan y llegan voluntariamente a su fin. Es cierto que no se trata sólo de dinero, pero también es cierto que se trata, en definitiva, también de dinero: de un sistema que invierta en vidas jóvenes lo necesario y lo suficiente como para que a esas vidas jóvenes el futuro les parezca algo más que algo negro.
Fuente de datos: Infobae 31-01-06
Suscribite al boletín semanal de la Agencia.
Fundación Pelota de Trapo nació hace décadas para abrigar de las múltiples intemperies a niñas y niños atravesados por diferentes historias de vulnerabilidad social.
Agencia Pelota de Trapo instala su palabra en una sociedad asimétrica, inequitativa, que dejó atrás a la mayoría de nuestros niños y donde los derechos inalienables de la persona humana solo se cumplen para unos pocos elegidos por la suerte