2001, odisea popular

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Por Carlos Del Frade

      (APe).- -Esto conmueve, porque tenemos recuerdos guardados muy profundamente; pero aquí venimos a decir que son 13 años sin justicia. No vamos a bajar los brazos frente a esta impunidad, porque la mayoría de los responsables materiales de los crímenes en Santa Fe siguen en sus funciones: hablo de la policía que salió a reprimir (ante las movilizaciones por la crisis) incluso con balas de plomo y a matar gente; y ni hablar de las responsabilidades políticas que a 13 años no tuvieron siquiera que dar declaración - dijo Celeste Lepratti, una de las hermanas de Claudio “Pocho” Lepratti, el “ángel de la bicicleta”, uno de las casi cuarenta vidas saqueadas muy antes de tiempo en aquellos días de rebeldía y feroz represión en varias provincias argentinas.

Trece años después, Celeste agregó que "se juntan muchas cosas: por un lado está la bronca por esta falta de justicia; pero otras cosas han crecido como son la lucha, el reencuentro con familiares para demostrar que no nos rendimos, porque nos robaron lo más importante que se tiene en la vida. Merecemos vivir de otra manera, y la justicia sería un paso en ese sentido; por eso seguimos exigiendo en este lugar, donde venimos a señalar a quienes no cumplen con su labor. Nosotros hacemos una justicia cotidiana que nos devuelve lo que nos han robado, para que responsables como Reutemann no tengan una vida tranquila. La masacre de 2001 es un fantasma para él y para quienes cometieron este atroz crimen contra el pueblo santafesino", dijo.

Estaba acompañada en la tórrida tarde rosarina con los sobrevivientes de la inundación de Santa Fe de 2003, consecuencia de la corrupción y no de las fuerzas del cosmos, con quienes dijo compartir "la acusación hacia la misma persona", en relación al hoy senador nacional y ex piloto de Fórmula 1.

A trece años de la pueblada que se opuso al estado de sitio, el hambre planificada y la resignación ante los organismos internacionales, se hace necesario repasar el accionar de La Santafesina SA en aquellos días cargados de rebeldía y ferocidad.

En un primer momento invitaron a la población a saquear y después, una vez adentro de los supermercados, reprimieron. Hubo una orden que solamente podía venir del poder político, del gobierno de Carlos Reutemann, hoy senador nacional y otra vez ungido en supuesta opción dentro del peronismo provincial.

¿Cuántas veces declaró el ex corredor ante la justicia provincial?.

También es preciso apuntar que casi cuarenta fue el número de asesinados en aquellos días de diciembre de 2001.

Uno de ellos, Claudio "Pocho" Lepratti, terminó convirtiéndose en un símbolo puente entre generaciones que pelean por hacer realidad el sueño inconcluso de la igualdad. Cuando el artista popular, Traverso, comenzó a pintar bicicletas recordando a su hermano desparecido en los años setenta, muchos encontraron en ellas la síntesis de Pocho. El "ángel de la bicicleta", entonces, era alguien que venía pedaleando desde hacía mucho por alcanzar ese futuro de la tierra sin mal, como decían los guaraníes, los primeros habitantes de estos arrabales del mundo.

Mientras que el asesinato de Pocho sigue reclamando por justicia para que se termine la impunidad política, su vida es ejemplo para cientos y cientos que, desde hace mucho tiempo, intentan construir un lugar en donde la felicidad sea el derecho de todos y no la propiedad privada de unos pocos.

2001 fue un momento clave de la historia argentina.

Así como el 69, el año de los rosariazos, el cordobazo y el ocampazo, marcaron a los que protagonizarían la década del 70; así como la guerra de Malvinas y la recuperación de la democracia estuvieron presentes en los 80 y 90; las hijas y los hijos de 2001 están haciendo su propia crónica.

Como el futuro está abierto, todavía no hay cierre para ese protagonismo. Quizás sea bueno repasar que cuando las asambleas populares ganaron los espacios públicos en las principales ciudades de la Argentina, durante casi todo el año 2002, las tasas de violencia descendieron.

Inequívoca señal de que las mayorías le ganan a las mafias cuando se deciden a recuperar lo que les pertenece.

Fuentes: “Rosario/12”, sábado 20 de diciembre de 2014; entrevista del autor de esta nota a Celeste Lepratti y “Santa Fue, una provincia robada” (libro del mismo autor del año 2003).

 Edición: 2837


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