Busca nacer donde reina la muerte. Esta noche entonces irá a nacer en una villa del conurbano. Y se bautizará en una pelopincho en la vereda, con decenas de morochitos como él, hambrientos y muertos de la risa. Dispuestos a desafiar con alegría a los crueles que niegan el alimento y riegan con agua hirviendo los brotes de la vida.