Un chico entre la basura

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Por Sandra Russo

(APE).- Se llama Víctor Hugo More, tiene 10 años y vive en la calle Ejército de los Andes y Quinto Pasaje, en el barrio San Martín, de Santiago del Estero. Es pobre, y suele ir a juntar porquerías al basural del barrio San Marcos.

No es el único, claro. Hay muchísimos hombres, mujeres y chicos que van al basural a buscar algo que les sirva. Forman parte del último vagón del tren. Son cartoneros de baja jerarquía. Pero Víctor Hugo More, quizá porque tiene 10 años, quizá porque se distrajo o no calculó los riesgos (es normal en un chico de 10 años, y Víctor Hugo More es un chico normal), se apresuró a abalanzarse sobre un camión que entraba al basural. Había visto a los mayores hacer eso cada día. El momento de la descarga es el momento cúlmine del trabajo del cartonero.

La compactadora alcanzó su pie izquierdo. Los gritos desesperados del chico alertaron al chofer, Carlos Juárez, y a otras personas que intentaron socorrerlo. El chofer tuvo que poner en funcionamiento nuevamente la compactadora para que liberara el pie de Víctor Hugo More. Llegaron la policía y las ambulancias. El chico fue trasladado de urgencia al Hospital de Niños Eva Perón.

A Víctor Hugo More le amputaron cuatro dedos del pie. No será el mismo. Y en esta nota su nombre apareció desde el principio, completo, y desde un principio supimos que el protagonista de esta desgracia se llama Víctor Hugo More, porque hay que desarmar esa costumbre que tienen los diarios de comunicar las noticias ateniéndose al parte policial. Narran el hecho con un protagonista anónimo (“un niño de 10 años”) que termina siendo nadie. Uno de tantos. Un pibe. Un pibe pobre. Sólo hacia el final se lo designa con su nombre. Y hay algo que se les puede devolver a los pobres y que no cuesta nada, no depende de ningún presupuesto ni supone otra cosa que darse cuenta: cada uno tiene su nombre. Y Víctor Hugo More tiene el derecho de ser, como recomendaba Charles Dickens, ese maravilloso portavoz de la infancia desdichada, el protagonista de su propia historia.

Fuente de datos: Diario El Liberal - Santiago del Estero 18-10-06

 

 


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