Otra vez Misiones

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Por Carlos del Frade

(APE).- Rosa Yamila tiene quince años y agoniza como consecuencia de las quemaduras sufridas dentro de la Comisaría de la Mujer en Posadas, provincia de Misiones. La chica era tranquila, cuenta su mamá, Mirta Gutiérrez, a los medios de comunicación de la ciudad del nordeste argentino.

 

“Se encargaba de sus hermanos menores y les enseñaba a leer y a escribir. Por eso no creo que ella haya reaccionado. Incluso, hay una testigo que asegura que se desmayó cuando vio llegar a la policía”, agregó la mamá de Rosa Yamila.

Las crónicas relatan que el cuadro clínico de la adolescente es desesperante y que pudo, por ahora, gambetear dos paros cardíacos.

Tiene quemaduras en el 95 por ciento de su cuerpo, además de tragar mucho humo, cosa que afectó sus pulmones y destruyó el sistema inmunológico.

Pero, ¿por qué se quemó así?

No se sabe porque hay poderes que no quieren que se sepa.

Impunidades que pagan los cuerpos de pibas como Rosa Yamila.

El juez original de la causa, el doctor César Jiménez, está de vacaciones, y el que lo reemplazó, Horacio Gallardo, está al frente de seis juzgados. Una buena coartada: no tiene tiempo para saber quién y por qué quemó de semejante manera a la niña quinceañera.

No hay imputados. "Todo está muerto. Seguramente lo taparon todo", dijo Luis Gauna, el papá.

Nadie, de manera pública, exigió explicaciones a la titular de la Comisaría de la Mujer, la subcomisaria Lidia Luján Procopio. Lo único que se sabe es que Rosa Yamila fue detenida y que luego incendió el colchón en donde estaba con su propio encendedor.

Un suicidio a lo bonso que no tiene lógica alguna. Pero es la lógica de los partes oficiales misioneros, el lenguaje de la impunidad.

"La Policía me mintió desde un principio. Lo que le dijeron a la madre me repitieron a mí, que la chica tenía sólo lesiones leves en los brazos. Por teléfono me pidieron que dispusiera la entrega de la menor a la madre. Le hicieron firmar el acta de entrega a esa pobre mujer ya cuando la hija estaba en el hospital Madariaga. Es verdad lo que dijo la señora, que ella jamás retiró a su hija de la Comisaría de la Mujer. Acá se está escondiendo algo, no puedo decir qué porque no lo sé. Pero fue un procedimiento mal parido, desde el mismo momento en que nos mienten a los dos", sostuvo, en su momento, el juez Jiménez.

Pero el caso de Rosa Yamila no es el único. Según un informe de la Coordinadora contra la Represión Infantil (CORREPI), en el mes de diciembre de 2006, una media docena de casos de abusos policiales se concretaron en la provincia de Misiones y también en Corrientes.

Adolescentes que son desaparecidos, confinados, maltratados y muertos como consecuencia de las llamadas fuerzas del orden de aquellas provincias de la mesopotamia argentina.

Engranajes de un sistema que siempre descarga su furia contra el piberío humilde para que no termine de surgir una nueva conciencia política de rebeldía en quienes, por su edad, tienen el mandato cultural y biológico de producir cambios en la sociedad.

Rosa Yamila arde por los fuegos del infierno feudal misionero. Es hora de apagar semejante hoguera de brutalidad y desprecio.

Fuentes de datos: Diarios Territorio Digital - Misiones 30-12-06 y 04-01-07 / Vox Populi - Misiones 04-01-07 / Boletín Informativo de CORREPI 31-12-06

 

 


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