Más allá de los mosquitos

|

Por Carlos del Frade

(APE).- Los mosquitos le declararon la guerra a los habitantes del Paraguay y noreste argentino. Son ellos los responsables de enfermedades como el dengue y el paludismo. Y parecen ser los únicos emisarios de los infiernos que suelen abatirse sobre los pueblos de estos arrabales del mundo.

Lo del paludismo parece ser el regreso del pasado en pleno siglo veintiuno.

La enfermedad es la malaria, aquella fiebre que afectaba a las poblaciones europeas en los siglos de la inquisición, en la edad media, cuando ni siquiera Colón había arribado a estos costados del planeta.

El diccionario dice que malaria es sinónimo de paludismo y que se trata de una “enfermedad infecciosa endémica que afecta al hombre, producida por protozoos parásitos de la sangre del género plasmodium y transmitida por la picadura de mosquitos anopheles. La enfermedad se caracteriza por fiebres de diferentes tipos (intermitentes, remitentes, tercianas o cuartanas). Cuando el parásito sale de los eritrocitos de la sangre, se produce el paroxismo palúdico en el que se suceden tres estadíos caracterizados, primero por frío, después calor y, finalmente, sudor”.

Eso es lo que están sufriendo 55 personas en Puerto Iguazú, en la bella y devastada provincia de Misiones.

Claro que las familias de aquellas 55 personas saben que la devastación no es obra de los mosquitos sino de saqueadores expertos que suelen presentarse como grandes hombres de negocios o funcionarios sensibles que ocupan cargos en los Estados nacional, provincial y municipales.

Los mosquitos, al lado de ellos, son apenas una anécdota, una zumbona y pequeña consecuencia de un robo que continúa.

Desde el llamado Departamento de Epidemiología de la Nación fue enviado un insecticida con efecto residual por tres meses para rociar un área de dos mil hectáreas que, según creen, es el sitio en donde se encuentra el problema.

La información agrega que dos casos por día, en promedio, llegan al hospital, mientras las voces oficiales repiten la necesidad de informar sobre las medidas de prevención contra los mosquitos.

En relación al dengue, las autoridades provinciales aseguraron que solamente hay cinco casos comprobados aunque existen otros 149 en estudio.

Y aunque los enemigos públicos son los mosquitos, ya sea por la transmisión de la malaria o del dengue, los barrios infectados en Paraguay, Puerto Iguazú y otras regiones de la Argentina aparecen como puntos de la geografía olvidados a la hora de repasar servicios públicos mínimos y apreciar los efectos de la pobreza endémica.

En estos días, justamente, los números oficiales sobre la pobreza en la Argentina volvieron a marcar que los mayores índices de necesidades están en las provincias del nordeste, como son Misiones, Formosa y Chaco.

Exactamente la geografía invadida por los mosquitos de siempre pero que, ahora, se han convertido en casi letales como efecto de las condiciones existenciales.

No es casualidad que sea Puerto Iguazú el punto de partida de la próxima Marcha de los Chicos del Pueblo. Una respuesta digna y rebelde que no acusará a los mosquitos de ser los causantes de los males que aquejan a las provincias argentinas.

Fuentes de datos: Diario El Territorio - Misiones 21-03-07 / Gran Enciclopedia Universal Espasa Calpe, Buenos Aires, 2005


Suscribite

Suscribite al boletín semanal de la Agencia.

Sobre la fundación

Fundación Pelota de Trapo nació hace décadas para abrigar de las múltiples intemperies a niñas y niños atravesados por diferentes historias de vulnerabilidad social.

Sobre la agencia

Agencia Pelota de Trapo instala su palabra en una sociedad asimétrica, inequitativa, que dejó atrás a la mayoría de nuestros niños y donde los derechos inalienables de la persona humana solo se cumplen para unos pocos elegidos por la suerte